Wow, lo estoy haciendo.

Por primera vez estoy escribiendo algo y sale completamente de mi rutina, pero tengo a la mano una computadora y una página web en donde me siento seguro, sin ningún tipo de censura. Escribir es algo que siempre me llamó la atención y ha pasado tanto tiempo para lograrlo.

Mantener paz en una vida caótica como la mía es un poco complicado, pero ¿por qué es caótica? Bueno, recientemente me han diagnosticado con TDAH, y eso de alguna manera le dio un poco de calma a mi mente. Saber que lo que pasa en mi mente tiene un nombre es bueno, porque al menos sé por dónde comenzar. Eso sí... no sé muchas veces cómo concluir. Y hablo de muchas cosas, ¿eh? No solo de proyectos: a veces se me olvida concluir labores del hogar, proyectos individuales y profesionales, relaciones de amistad y hasta amorosas.

Lo sé, tal vez el caos que menciono no tiene nada que ver con un verdadero caos en algunas otras vidas, pero este es el mío y nadie más que yo lo conoce de cerca. A veces, cuando estoy solo —como ahora que estoy en una cafetería con música jazz en mis audífonos y con un dolor de espalda que no aguanto desde hace años—, me doy cuenta del peso que tiene el paso de los años, y de cómo nuestro caos puede ser más dañino o más ligero para nosotros, como queramos.

¿De qué va esto que escribo?

Me ha llamado la atención desde hace algunos años el cuestionarme, el autoconocerme y, día con día, tratar de entender qué pasa conmigo y las consecuencias en mi entorno por mis acciones, mismas que hacen que sienta este famoso caos que menciono.

¿Qué siento?

Siento que, por más que me concentro, me desconcentro al mismo tiempo. Es tan difícil de entenderlo, pero solo para darme una idea: empecé este texto porque, según yo, iba a cambiar algo de mi página web para que se viera más bonita, y terminé escribiendo esto. Pero ahora que estoy escribiendo, ya estoy pensando en que se me antojó otro café, y me cuestiono si habrá café descafeinado. Al mismo tiempo estoy imaginando cómo haría una fotografía de una taza de café, porque sí, soy fotógrafo y a eso me dedico. Al menos eso quiero venderme a mí mismo, pero la realidad es que hago muchas cosas audiovisuales que no tienen que ver directamente con la fotografía.

Ups, creo que acabo de describirme en menos de dos minutos. La mente de una persona como yo es así de dispersa: es como si escuchara una voz en mi cabeza que tiene individualidad, como si mi conciencia y mis acciones fueran dos cosas diferentes. Está súper extraño. Espero no estar loco.

¿Qué sigue?

Bueno, intentaré escribir al menos una vez a la semana por acá.

Conclusión

El caos en mi cabeza es el resultado de una multiplicación de pensamientos que pasan al mismo tiempo. Cosas, en su mayoría, positivas y creativas. Eso me da tranquilidad, y al mismo tiempo ansiedad, porque quisiera hacer tantas cosas… y al final no hago nada. Ni siquiera comienzo.

Bueno, esto de escribir ya lo inicié.